El Caos se presenta ante nosotros sin previo aviso, un día llama a tu puerta y sin invitación se adentra en tu hogar, en tu familia y en la más infranqueable intimidad de tu corazón, no tiene compasión y desestabiliza los cimientos de todo lo que toca y hasta de la propia estructura familiar tal y como la habíamos construido, pero hasta ese momento en el que el Caos no hizo acto de presencia, desconocíamos e infravalorábamos lo que ahora deseábamos con todas nuestras fuerza, que no era otra cosa que se volviese a instalar: LA PAZ

En el trascurso de mi corta vida, hasta ahora sin grandes sobresaltos y sin significativas adversidades, nuestras preocupaciones que a priori creíamos que pudieran ser desbordantes, viviendo algún que otro episodio de estrés, alerta e inconformismo y llevándonos a experimentar en algunos periodos de nuestro camino, sentimientos de todo tipo e incluso de total frustración por el simple hecho de no alcanzar alguna expectativas sobre un objetivo en concreto, el caprichoso destino hizo que todo lo vivido hasta ahora pasase a un segundo plano, replanteándome el orden de mis prioridades, tras haber vivir una situación de verdadera desolación.
Cuando hablo de Paz y Caos, me refiero a los sentimientos que floran en mi corazón en un determinado momento. El estado de tu mente es la antesala de cómo se sentirá tu cuerpo, en un futuro más bien cercano.
Bajo mi experiencia y poniendo de ejemplo a mi familia. La visión que ahora tengo tras echar la vista atrás desde el acontecimiento que marcó un antes y un después en nuestra forma de vivir, he de confesar que he aprendido una lección de vida que me acompañara el resto de mi existencia y por ende a la familia que me rodea, ya que el estado emocional suele contagiarse.
El concepto de CAOS se alejaba mucho de la realidad que hasta ese momento estábamos viviendo y la propia vida se ocupó de mostrármelo personalmente. La descripción de caos que tenía en mi mente se identificaba con actividades como puede ser: Los "quehaceres" al frenético ritmo del día a día, la propia crianza de los hijos, la falta de tiempo para mis hobbies, los baños de los niños, las cenas interminables por que se acabasen lo que había en el plato, el correr de aquí para allá como un pollo sin cabeza con el único objetivo de llegar a tiempo a las actividades diarias de los pequeños, la responsabilidad de entregar trabajos pactados en el tiempo establecido, los altos objetivos en mi trabajo que yo mismo me imponía, etc…
Ahora he entendido que todo ese desorden que he descrito era MI PAZ, la propia vida en sí misma, que el Caos no tenía nada que ver con todos esos sentimientos que me producían todas las tareas cotidianas .
El Caos fue una situación donde afloraron los sentimientos y miedos, ante la toma de decisiones sin un resultado certero, la incertidumbre más oculta, donde debes ordenar, organizar y establecer una ruta, para intentar que la paz asomase aunque solo fuese de lejos y poder volver a reencontrarme con ella.
El día que la terrible noticia llego a mi familia cambio el trascurso de las cosas, llegue a echar de menos todo aquello que me parecía en un principio caótico, entendiendo ahora que simplemente estaba disfrutando de la rutina, la vida, proyectos, objetivos y obligaciones, que yo había decidido tener. La situación a la que nos enfrentábamos nos permitió muy poco margen de maniobra, era una situación incontrolable para nosotros y caprichosa a su antojo, convirtiéndonos muchas veces en simples espectadores, haciendo que en ese preciso instante valorásemos lo que importaba realmente, el eje de todo: LA VIDA.
El tener que despedir a nuestra hija tan prematuramente, todo lo que eso supuso en mi familia, en mi hijo, mi marido, en mi hogar, no hizo más que avivar esa palabra de la cual su significado y dimensiones desconocía realmente. Cuando tu tiempo lo dedicas a quejarte, no tiene tiempo de sonreír, por lo que decidimos vivir mirando al frente con una sonrisa en nuestro rostro, aunque muchas veces fuese difícil.

Ahora, a día de hoy que conozco personalmente al Sr. Caos y también tengo la suerte de conocer verdaderamente la Srt. Paz, puedo decirme a mi misma:
Hoy estoy en paz, en mi corazón reina la paz y así se lo trasmito a mi familia y a la gente que me rodea.
Como he dicho antes las emociones se contagian y comprendí que el Caos no depende únicamente de uno mismo, son situaciones en las que nuestro margen de actuación es ínfimo, por lo que mantener la calma ante una situación en la que esa sensación caótica hace acto de presencia, nos permitirá tomar las decisiones más acertadas y aprovechar al máximo nuestro pequeño margen de acción.
He de confesar que hoy en día, hay pocas cosas que me hagan entrar en un estado caótico, cuando conoces al Sr. Caos, aprendes a identificarlo y se reduce su poder ya que has convivido con él, puedes sentir cuando se está acercando pero yo decido la importancia que le voy a permitir tener, en cada instante de mi vida.
La consecuencia de una situación vivida y su resultado depende de las circunstancias de varias variables, el comportamiento de ellas no es predecible al 100%, ya que siempre hay un margen de error para el azar. ¡Es en ese margen!, en el que tus decisiones cambiarán el resultado, dependiendo de tu estado emocional, en ese preciso instante.
Debemos tener presente que la vida son ciclos, momentos y que con el pasar de los años, tenemos que ir adquiriendo herramientas que nos faciliten la gestión de las emociones y adquirir conciencia en la toma de decisiones, Caos y Paz conviven simultáneamente.
ATREVETE A DAR EL PRIMER PASO Y EL RESTO DEL CAMINO IRA APARECIENDO
Añadir comentario
Comentarios
Gran reflexión de pura experiencia de vida.
Un regalo tú enseñanza para quien la reciba.
Lamento que el caos se te presentara de esa forma tan terrible. Un abrazo fuerte.
Gracias por tus palabras y por dedicar tu tiempo a la lectura de mi blog. El caso tiene tantas caras como situaciones y adversidades que vivimos en nuestro camino pero no debemos olvidar que la paz también.
Gracias por tu comentario, la verdad que cuando cogemos consciencia de las cosas, todo fluye mejor. Un abrazo
Que bonito lo expresas Rosa. Eres un ejemplo de superación de las tierras movedizas del caos y saliste de él dolida pero reforzada y con la ilusión de crear algo bonito de lo que viviste. Las estrellas deben estar sonriendo pero que mucho, de ver tú gran labor. Felicidades bonita!!!! . Me alegro de tenerte cerca y que tú super energía me llegue 🫂😘
Así es Isabel, todos en un momento de nuestras vidas nos tendremos que enfrentar al caos, convivir con él, es en ese momento por desgracia cuando despertaremos consciencia y valoraremos los momentos de paz, pero el día el frenético día, esas nubes nos impiden muchas veces ver el sol.
Yo no consigo estar en paz. El caos y el miedo gobierna mi vida
Siento que experimentes los sentimientos que escribes de forma permanente. Cada emoción que venga a nuestra mentes debemos sentirla y dejarla ir.
Algo que a mí me ha ayudado a transitar por mi duelo ha sido hacerme esas preguntas que me ayudan a mantenerme firme y mirar hacia adelante.
Hay algo que perturbe mi paz, mi respuesta es estos momentos no, ya que he hecho lo impensable por mi hija, he estado al 1000% con ella haciendo lo necesario y con el más puro amor, por lo que mi paz no puede perturbarla algo que no está en mis manos cambiar. El caos es la antesala de la paz, asique busca lo que te proporciona paz , por pequeño que pienses que sea el pensamiento, es el inicio de algo grande y lo siguiente el miedo, debes preguntarte a qué tienes miedo realmente. En mi caso el miedo formó parte de nuestra vida desde el inicio de la enfermedad. de vez en cuando asomaba y se dejaba ver en nuestros días. Pero aprendimos a no hacerle caso y dejarlo ir. Tenemos el poder de decidir quién gobierna nuestra vida. Que sentimientos y pensamientos queremos prestar atención, solo tú tienes ese poder, practícalo y verás como sin darte cuenta todo va cambiando. Un abrazo