Tus ojos jamás olvidarán lo que vio tu corazón

Publicado el 11 de febrero de 2025, 7:00

¡¿BUSCAMOS UN MOTIVO POR EL QUE ILUSIONARNOS DE NUEVO?!, cuando nos ocurre una desgracia como puede ser; La noticia del inicio de una enfermedad, la perdida de nuestro trabajo, la ruptura de nuestra pareja, todo parece desmoronarse sin solución cayendo en picado al más profundo abismo, Os desvelare un secreto, MI SECRETO.

Es fácil ser feliz y estar alegre cuando tu vida marcha bien, tienes un trabajo que te llena, te rodeas de amigos que quieres y te quieren, gozas de buena salud, tu familia está sana y les va bien las cosas, lo que viene siendo tener una vida estable emocionalmente, pero… ¿Que ocurre cuando recibimos una noticia que desestabiliza nuestro bienestar?

Es totalmente normal que en un primer momento neguemos la situación, o nos hagamos preguntas de la índole. ¿Por qué me tiene que ocurrir esto a mí?, o, ¿Porque mi familia tiene que pasar por este trance? No es justo. Tendemos hacernos preguntas que no tienen contestación y nadie nos las podrá dar.

 

El secreto al que hago referencia, está basado en el aprendizaje de la situación a la que nos hemos tenido que enfrenta recientemente.

Casi desde el primer momento una vez nos comunicaron; Vuestra Hija tiene una enfermedad grave y no tiene posibilidad de curación, solamente podéis optar a un estancamiento de la misma. M mi marido y yo, decidimos enfocarnos en lo que podíamos hacer y en lo que estaba dentro de nuestro rango de acción y no era otra cosa que centrarnos en ¡AQUÍ y AHORA!

Los dos dejamos de pensar en el pasado, cuando teníamos una vida estable, donde nuestra mayor preocupación era: ¿Dónde íbamos a ir en vacaciones?, por poner un ejemplo. Evitamos proyectar planes a largo plazo, en esos momentos aprendimos a ser felices con las pequeñas cosas del día a día, a saborear esos detalles que antes pasaban desapercibidos, comprendimos que tomarnos la vida con calma, nos permitía tener la oportunidad disfrutar : bañando a los niños con toda la calma del mundo, reírnos al ver como la espuma goteaba por fuera de la bañera, ordenar el caos de juguetes cuando tocaba la hora de irnos a dormir observando cómo se hacían los remolones y hasta echábamos a suertes con quien nos tocaba dormir esa noche, si con Lucas o Alejandra, nos encantaban las noches abrazados a nuestros pequeños, soñando con lugares mágicos y divertidos. Comprendimos que esos ratitos eran los que llenaban nuestras vidas de amor e ilusión por la vida. Que no era otra que sumar un día más. Juntos fuimos consiguiendo que la enfermedad no ocupase la mayor parte de nuestros pensamientos, sino que la observábamos de lejos, sabíamos que estaba ahí, pero no nos iba arrebatar ni un minuto de más de lo estrictamente imprescindible.

Os hablo de una enfermedad, pero bien puede ser una ruptura sentimental o la pérdida de un trabajo, por el que hemos luchado y apostado. Hay situaciones que se escapan a nuestros deseos. Hay infinidad de decisiones que toman otros y que repercuten en nuestra vida. Debemos permitirnos enfadarnos en un primer momento, llorar, gritar, liberar las emociones que en ese momento surjan, pero teniendo claro y siendo conscientes que deben tener un inicio y un final. ¡Es ahí, en el fina! Cuando nuestra mente tiene que buscar y proyectar un MOTIVO POR EL QUE VOLVER A ILUSIONARSE.

En cualquier relación personal: Es muy injusto cargar con el peso de ser los responsables de nuestra total felicidad a las personas que nos rodean:  pareja, amigos, compañeros… eso no quita que esas personas que forman parte de nuestra vida nos hagan inmensamente felices, pero su ausencia por el motivo que sea, no debe ser el motivo de nuestra total desdicha, solo así, esas personas estarán a nuestro lado libremente, o incluso el día que tengan que partir, podrán descansar en paz, sabiendo que podremos continuar teniendo ilusión por la vida, por imposible que parezca a priori, recordando y agradeciendo lo bonito que fue compartir la vida a su lado.

La felicidad está en el interior de cada persona, solo así conseguiremos no generar dependencia emocional y hará que experimentaremos: El amor de verdad hacia las personas, aceptando sus decisiones o circunstancias sobrevenidas.


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Comentarios

cesar
hace 8 días

Leyendo esta reflexión, que nos ha tocado tan directamente, no puedo evitar el pensar como se puede influir en el pensamiento subconsciente para poder batallar día a día con la inexorable realidad y poner buena cara a todo lo que te rodea y te condiciona y hacer lo más feliz posible a todos los que comparten tu vida, sin que las señales que el subconsciente te esta enviando difuminen esa felicidad que trasmites a tu entorno.... No alcanzo a comprender como se puede conseguir pero si se que vosotros lo habéis conseguido.