VOLVER A EMPEZAR....

Publicado el 21 de enero de 2025, 18:55

El 1 de julio de 2024, después de tres largos días en el hospital, nuestra pequeña nos dejó para convertirse en un precioso ángel, ella era la luz más pura que desprendía un amor tan inmenso que hasta ahora habíamos conocido. Ella dejó un vacío inmenso en nuestras vidas, estábamos en shock ya que todo había pasado muy rápido, entramos siendo 3 y jamás pensamos que de allí solamente saldríamos nosotros dos.

Mi marido y yo abandonamos el hospital cogidos de la mano, justo con el pie ya en la acera de la calle nos miramos y fundiéndonos en un abrazo eterno, nuestras miradas se enlazaron y casi al unísono nos dijimos: DEBEMOS VOLVER A EMPEZAR.

Los dos sabíamos que en ese lugar debíamos de vaciar la pesada mochila que teníamos en nuestra espalda, cada una cargada con sus miedos, culpas, frustraciones, rabia e ira, como de una guerra se tratase en la que todo se había destruido, ahora debíamos comenzar a construir nuevamente los pilares de nuestra familia, llenarla de esperanza, proyectos y amor, mucho amor.

Sorprendentemente así lo hicimos, la poderosa Ley de la atracción se había puesto en marcha.

Tenemos otro hijo, nuestro pequeño Lucas, por el teníamos que seguir luchando y sobre todo por nosotros, no queríamos morir con 42 años y que nos enterrasen con 80 años, cifra aleatoria por poner una fecha de longevidad, debíamos hacerlo también por nuestra hija que no ha tenido la oportunidad seguir con nosotros, sobre todo por ella. En nuestra mente resonaban tantos motivos por lo que seguir luchando que atrás se quedaron todos aquellos pensamientos por lo que abandonarnos a nuestra suerte.

Allí dejamos el sufrimiento que no el dolor. El sufrimiento se alimenta de pensamientos negativos, preguntas sin respuestas, de nostalgia… de todo aquello que queramos alimentar a nuestra mente y que nos hace sufrir, el sufrimiento es un dolor en bucle incontrolado.

El dolor a diferencia que el sufrimiento, es una experiencia sensitiva en este caso provocada por la reciente perdida, ese dolor nos acompañara siempre hasta que podamos transformarlo en amor, en el más puro amor, ese día recordaremos a nuestra pequeña Alejandra sin que por nuestra mejilla recorran las lágrimas que a día de hoy derramamos casi a diario.

Es tan bueno llorar, ya que el llanto libera pensamientos y sentimientos, las lágrimas estoy segura que limpian el alma.

Como ya he dicho comenzamos a construir nuestra nueva realidad con el recuerdo infranqueable de nuestra hija.


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Comentarios

Isabel
hace 9 días

Cuánto bien puede hacer este testimonio a personas que están en esta situación, sabiendo que dentro del dolor hay una gracia Divina que consuela y fortalece, transformando el sufrimiento en amor .
Que Alejandra desde el cielo siga intercediendo siempre por todos y brille en vuestro corazón.
Un abrazo